¿LA VIOLENCIA ES EL OBJETO O TORTURA SOCIAL?

 A. SAAVEDRA._  La violencia de genero ha sido una pesada y cruda realidad, donde el r

Eruviel Ávila  Villegas  

espeto se pierde en la vulnerabilidad entre la cuestión psicológica, sentimental y pasional. Por ello es preocupante  el alto índice en feminicidio en el Estado de México. Ante la presión social, es preciso recurrir a nuestro representante Gobernador Eruviel Ávila Villegas, que “respete la justicia” que en México es un mito, todo mundo ha escuchado hablar de ella, pero jamás nadie la ha visto, ya que la ciudadanía en general, lo exige.

Una alerta de género no es real, cuando sistemáticamente hemos sido desatendidos, en el empleo, la precariedad, el olvido, el deterioro educativo, la descomposición de los tejidos sociales, la la conjunción de corrupción e impunidad en general: el desprecio y la alternancia por la vida humana, donde los seres humanos somos objetos susceptibles de ser explotados y desechados.

Entonces ¿ cuál es el trabajo gubernamental y los resultados del Sistema Nacional, para prevenir, Atender, Sancionar Y Erradicar la Violencia contra las Mujeres? Si el Estado de México, enfrenta una disolución en el Estado de Derecho, se coloca a esa entidad los primeros lugares a escala Nacional de robo, secuestro, homicidio y extorsión.

En esa circunstancia los persistentes asesinatos de mujeres, los casos de explotación sexual, violencia doméstica y los abusos no han tenido justicia y esclarecimiento de las víctimas, Es un recurso para proteger derechos universales, ser velados y respetados, np para sancionar autoridades entonces ¿quién paga el pueblo? La ley no es aplicable a los poderosos; solo gozan de impunidad absoluta.

Finalmente el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) y la Comisión Mexicana de Defensa y promoción de los Derechos Humanos, admite que son casi 11 entidades en alerta, pero… ¿ Cuál es el problema sustancial de muertes en mujeres? Es racismo, es discriminación, es machismo, es un alto grado de misóginos  o bien somos objeto que genera tortura social.