lunes, 25 de enero de 2010

El desempleo y la actitud del gobierno


Francisco Velasco Zapata
El grave desempleo que atraviesa México en esta última década de gobiernos panistas y que viene creciendo desde, por lo menos dos décadas atrás, se podría reducir sustancialmente si el gobierno no hiciera caso omiso de su responsabilidad de atender a lo dispuesto en el primer párrafo del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que determina con precisión que el Estado mexicano (en sus tres niveles de gobierno) tiene la obligación de generar empleo para que toda persona acceda al trabajo digno y socialmente útil y para lo cual debe promover la creación de empleos y la organización social de trabajo. El gobierno no debería hacerse el occiso en este tema porque sabe muy bien que la iniciativa privada, el mercado interno, no son suficientes para atender la demanda de espacios laborales y recursos que requieren las familias más desfavorecidas del este país.
Por eso es que nos preguntamos: ¿Por qué el régimen actual no hace nada al respecto? ¿Porqué, si es parte de sus obligaciones? Para nadie es un secreto que el Presidente Calderón ofreció en campaña que sería el presidente del empleo; sin embargo, su gobierno no parece hacer nada al respecto. Todo lo ha destinado presuntamente a “su guerra contra el narcotráfico”. Lo malo es que ni el Secretario del Trabajo aparenta hacer nada sustancial que la gente o, al menos su jefe el presidente, le pudiéramos reconocer.
El tiempo ha pasado y, a poco más de la mitad de su sexenio, no parece que habrá nada diferente, mucho menos valioso, en materia de empleos por lo cual no importa cuantas veces salga el Secretario Lozano Alarcón a informar que el desempleo está disminuyendo cuando a ojos vistos es todo lo contrario.
En el actual gobierno se muerden la lengua cuando afirman que la crisis vino de fuera y que por eso ellos no tienen mayor responsabilidad por los efectos que la misma ha generado en materia de seguridad pública, respecto a la disminución de la producción de los pozos petroleros; respecto al tipo de cambio peso-dólar o la disminución del flujo de turistas a nuestro país. No obstante han sido incapaces de hacer algo, al mínimo, algo que reflejara un poquito de talento, de iniciativa, para resolver, al menos, parte del problema que implica el desempleo en una economía como la nuestra.
El gobierno del Presidente Calderón hace muy mal en desdeñar que el desempleo en México es un grave problema de carácter público que afecta a todo aquel que no cuenta con recursos -independientes de una relación laboral- que le permitan pagar el costo en dinero de alimentos, vivienda (agua, luz, predial, gas -cuando se tiene-) y, en general, todo aquello que requiere de recursos monetarios para acceder a una “mínima vida digna”. Hacen muy mal en desatenderlo porque en mi opinión este asunto no sólo es producto de la falta de capitales que inviertan en la creación de los mismos. El problema es, asimismo, consecuencia de la falta de conciencia, sensibilidad y responsabilidad de los conductores y responsables en turno del gobierno Mexicano -en sus tres niveles- y, también, de una clase gobernante que no ve, no oye, y mucho menos habla, con la gente que dice representar. ¿Y usted, cómo la ve? Politólogo.

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