¿Y...Donde está el disputado?

¿Y…Donde está el diputado?No es posible que en los momentos en que hay que demostrar al puebloque se está con ellos, los diputados demuestren el cobre, vaya estecomentario refiriéndome a la inasistencia del Diputado Federal SamyDavid quien lejos de acortar distancia con “sus representados” allá enSuchiate aleja toda intención de interlocución que bien podríamanejarla de forma directa, pues el haber engañado a los niños de sudistrito que esperaban felices sus juguetes el “congresista” se olvidode ellos.Juguetes de a cinco pesotes, remarca el líder de la CNOP de Suchiate,enviaría 200 y no lo hizo, es decir puesto ya en evidencia con unasunto tan sencillo…poco o nada le pueden creer al hombre que se“roza” con la elite política. El líder estatal de la CNOP tiene queexplicarle al que habita en la zona rosa.En campaña “todos cuentan” y una vez ya acomodados en San Lázaro son elitistas.Don Casimiro llegó a la taquería central alla en Villaflores comoperdonando el tiempo, a paso lento, pausado, sin prisas, ibaacompañado de Doña pelajustana, su señora esposa a quien le acomodó lasilla diciéndole:_¡Toma asiento mi reina!.Después de sentarse, acomedidamente son atendidos por una jovenmesera, quien con pluma en mano y dando vuelta a la hoja de sulibreta, les pregunta:_¿Qué desean ordenar?._Mamacita _dice don Casimiro a su señora esposa_ ¿Qué que vas a querertomar? ¿Y de comer, pedacito? ¿Algo más corazoncito?.La mesera conmovida por el lenguaje tan amorosamente amable delviejecito hacia su esposa, le dice casi conteniendo el llanto:_Don Casimiro me deja usted sorprendida, estoy estupefacta, creo quelos jóvenes deberían aprender los modales amorosos de usted, losperiódicos locales han publicado la noticia de que ustedes reciénacaban de cumplir 70 años de casados y a pesar de tanto tiempo devivir juntos, usted es un caballero en su lenguaje hacia su señoraesposa: ¡Mi reina! ¡Mamacita! ¡Pedacito! ¡Corazoncito!._No es que sea un caballero con mi esposa... ¡lo que pasa es que ya seme olvidó el nombre de mi pinche vieja!.Creo que guardadas las debidas proporciones, nuestra partidocracianacional inexplicable como e innecesariamente ha olvidado pactar,acordar, concertar, convenir las grandes reformas que inserten aMéxico con éxito y competitividad en un mundo cada día más globalizadoy como ejemplo si tomamos en cuenta al priista Samy David nos damoscuenta que hay muchos protagonistas que nada aportan al desarrollopolítico y son olvidadizos.Este es el momento de poner un "hasta aquí" a tanta ineficiencialegislativa en las cámaras de Diputados y Senadores, de que nuestrospartidos políticos nacionales estén cada día más alejados y parecieseque hasta reñidos con los intereses ciudadanos.Este es el tiempo en el que nuestros políticos nacionales celebren elCentenario de la Revolución y el Bicentenario de la Independencia conla dignidad y altura de miras que la conmemoración debe tener, puesson dos gestas que nos dieron identidad y libertad, y la mejor manerade conmemorarlo, es haciendo patria, pactando las grandes reformas anuestro sistema político.Reformas que además de recuperar la confianza ciudadana, y digo, no esposible que el “membrete de la COCOPA” sea utilizado para aparecer enescena como lo hizo el multicitado congresista Sami David.El país requiere ¡Ya! que nuestros políticos acuerden la Reforma delEstado en sus dos grandes vertientes: la reforma política y laeconómica: Una reforma política, porque ha quedado claro que nuestrosistema político no ha funcionado en la transición democrática:los gobiernos divididos y el pluripartidismo.Y una reforma económica, que abogue a favor la gobernabilidad, coninnovaciones como: reformar a fondo el sistema presidencialista;reelección de legisladores y ayuntamientos, implementación de lainiciativa popular, el referéndum y el plebiscito; reforma fiscal,reforma educativa y tecnológica, reforma laboral, reforma delCongreso, etcétera.Nuestros políticos saben que gobernar una nación como la nuestra-pluriétnica y pluricultural_es a la vez de un reto, un desgastepermanente y un compromiso inalienable, por eso tienen la gran tareade exponer al mundo que los mexicanos somos capaces de construir lapolítica, como "el espacio privilegiado del quehacer nacional" yconstruir los grandes acuerdos que le den certidumbre a la nación quequeremos para el siglo XXI.Por ello los mexicanos y mas los chiapanecos, no queremos a personajesque se han acomodado gracias a los acuerdos en lo oscurito, apolíticos como Samy David que promueven su imagen a favor de susintereses y no de sus representados, a individuos como Julian Nazarque buscan espacios y entradas como el ratón al queso.¿De los priistas Cuál es el cambio en la política en Chiapas?El diputado Chiapaneco Roberto Gil Zuarth, publica un artículo en elExcélsior el 11 de Enero y transcribo algunos puntos:Olvidos. La política de deslizamientos al precio de la gasolina se haimplementado en las últimas dos décadas, primero con finesrecaudatorios y, después, para orientar decisiones de consumo yaumentar los recursos en la economía nacional. A pesar de estapolítica, tenemos gasolina más barata que en Estados Unidos, Brasil,El Salvador.Silencios. A pesar de que el precio de la gasolina se mantuvocongelado durante todo 2009, las entidades federativas recibieroníntegras las participaciones por venta de gasolinas. Estos recursosderivan de una modificación legal (2007) que ordenaba aumentos de 12 y14 centavos para la Magna y la Premium, respectivamente, durante elprimer semestre de 2009…Hubo 17 mil millones de pesos a noviembre de2009 de recursos participados, 4 mil 500 de subsidio a losgobernadores dado el congelamiento del precio, pero todos en silencio.Incongruencias. Mantener el precio de las gasolinas costaría 60 milmillones de pesos al año. Todo el programa Oportunidades y una y mediaveces el Seguro Popular. Pero sólo beneficia a 20% de la población conmayores ingresos….En el debate político sobran olvidos, silencios eincongruencias. Hace falta más memoria, responsabilidad, serenidad y,sobre todo, reformas…Opiniones, quejas y sugerencias al correo rogerlaid@gmail.com