Coaliciones electorales II.
Francisco Velasco Zapata
Jean de La Fontaine (1621-1695) fue un poeta y fabulista francés de una gran notoriedad en su época, que introdujo el empleo de animales como protagonistas en sus cuentos, como una forma de distanciarse de los comportamientos humanos y sociales, y de tomar conciencia de sus mecanismos habituales. Pero también, como un medio certero de transponer las conductas de los hombres con todos sus defectos y virtudes. Por ello me parece oportuno usar su método para explicar de modo sencillo y entendible la actual situación política de la coaliciones electorales PAN-PRD. La famosa fábula de la rana y el alacrán relata que en la tierra de Shien-Lon, luego de intensas lluvias el alacrán le dijo a una rana:-Oye, llévame sobre tu lomo hasta tierra firme... Si no me salvas, moriré ahogado... La rana miró al alacrán, dubitativa, y le contestó:-No... no puedo llevarte, porque si subes sobre mi lomo me picarás y moriré...-Anda, rana... ¡Sálvame! Prometo formalmente no picarte con mi aguijón...La rana asomó la verde cabeza fuera del agua y dijo:-No, no me fío de ti... Me picarás... Eres un alacrán...-¡No!! -respondió el alacrán- ¡No te picaré! ¡Lo juro!-¡Anda, sálvame! Y puedes tener mi palabra de honor de que no te picaré... pues si lo hago moriríamos los dos. Entonces, está bien - dijo la rana convencida por la fuerza del argumento escorpiónico - acepto tu palabra, pero lo haré con esa condición.Y así fue como el alacrán montó sobre el lomo de la rana y ambos se dirigieron nadando hacia la salvación... Y así, iban avanzando, a través de aquel inmenso abismo acuático, cuando de repente la rana sintió un fuerte dolor en la nuca.. Era un dolor agudo, lacerante, adormecedor... Enseguida, comenzó a estremecerse... El veneno corría raudo a través de sus venas, paralizando los miembros y obnubilando los sentidos... La rana se dio cuenta de que el aguijón del alacrán había penetrado en sus carnes, inyectando el letal veneno...Ya, en el último instante de lucidez, alcanzó a musitar:-Alacrán... ¿Por qué me has picado? -La tierra firme aún está muy lejos, ahora moriremos los dos... Y mientras ambos se hundían en el agua, irremisiblemente, el alacrán alcanzó a decir:-Perdóname... No pude evitarlo... es mi naturaleza.
En nuestra colaboración anterior afirmamos que las coaliciones de los partidos políticos tienen fundamentalmente fines electorales. Además, que las coaliciones que impulsan PAN y PRD en algunos estados del país para 2010 son indefendibles éticamente en virtud de los desencuentros o guerra político electoral que sostuvieron estos dos partidos, protagonistas principales en la elección federal de 2006 para elegir presdiente de la república y que culminaron con el tristemente célebre “Plantón de Reforma” y que el actual Presidente Calderón rindiera protesta ante el Congreso de la Unión de forma sui generis. Vale la pena recordar que en estas actividades se usaron recursos fiscales que reciben los partidos políticos en forma de prerrogativas económicas y de acceso a los medios de comunicación, por lo cual, son de la incumbencia pública y del interés de millones de ciudadanos que no estamos de acuerdo en que se malgasten de esa forma recursos económicos fiscales que bien podrían usarse para un fondo del seguro de empleo comunitario o para aciones que reactiven la economía del país, sus regiones y no para la lucha entre verdaderas pandillas de “partidócratas”.
La idea de llevar a cabo la firma de diversos contratos de coalición entre PAN y PRD parece una decisión tomada por sus dirigentes. No parece que haya razón o motivo de fuerza mayor que los obligue a cambiar de parecer. En ambos casos, parecen estar de acuerdo en beneficiarse del contrato de coalición o de pagar el costo político y electoral, las consecuecnias políticas, de su terquedad de mezclar lo que un día representó “un peligro para México” con la principal bandera política del que dijo sería el “presidente del empleo”. Se apuesta a la desmemoria, a que los ciudadanos sean incapaces de entender la lógica de esos acuerdos. En este escenario no parece haber más que la burda intención de “luchar del poder, por el poder mismo”. Nada más, pero nada menos.
No obstante, parece que en el fondo, el mayor beneficirio de esta coalición política sería el abollado PRD. El mismo que hace uso de los recursos públicos que le otorga la ley por medio del Instituto Federal Electoral para pedir la “revocación de mandato del Presidente de la República”. El mismo del cual se ha deslindado su dirigente nacional formal Jesús Ortega Martínez, quien usa la franquicia del PRD para firmar acuerdos de coalición, pero afirma no tener nada que ver con las posiciones extremistas u ortodoxas de sus correligionarios comandados por Alejandro Encinas y otros. ¿Usted le cree?
No obstante lo anterior, los dirigentes coaligados buscarán por esta vía la polarización de los comicios electorales de gobernador en varias entidades. Parece que fundamentalmente en Oaxaca, Hidalgo, Puebla y Durango, más lo que se acumule. El objetivo de esta decisión estaría buscando que el electorado sólo tuviera dos opciones, polarizar la elección a dos fuerzas, a que no haya atomización del voto; que los recursos económicos tengan mayor impacto al sumarlos a una sóla causa. Lamentablemente, lo que tal vez no vean o no quieran ver los dirigentes nacionales coaligados, es la silvestre corrupción que predomina en la mayoría de sus dirigencias estatales, donde el valor del dinero y las negociaciones por prebendas podrían estar por encima de cualquier interés de la nación o de las ideologías de sus partidos. Ahí veremos la comercialización, prostitución de la política, por dinero, puestos de gobierno o canonjías a cambio de la entrega para manipulación cibernética de los listados de representantes ante órganos electorales y casillas de votación; ahí veremos lo que vale una copia del acta de apertura o cierre de casilla; veremos si habrá profesionalismo o eficacia a la hora de interponer recursos ante los tribunales electorales; veremos si los actores políticos coaligados en los estados están con el presente o con el futuro del país. Ahí es donde se verá qué tan eficientes serán las comentadas coaliciones. ¿Y usted, cómo la ve? Politólogo.
Francisco Velasco Zapata
Jean de La Fontaine (1621-1695) fue un poeta y fabulista francés de una gran notoriedad en su época, que introdujo el empleo de animales como protagonistas en sus cuentos, como una forma de distanciarse de los comportamientos humanos y sociales, y de tomar conciencia de sus mecanismos habituales. Pero también, como un medio certero de transponer las conductas de los hombres con todos sus defectos y virtudes. Por ello me parece oportuno usar su método para explicar de modo sencillo y entendible la actual situación política de la coaliciones electorales PAN-PRD. La famosa fábula de la rana y el alacrán relata que en la tierra de Shien-Lon, luego de intensas lluvias el alacrán le dijo a una rana:-Oye, llévame sobre tu lomo hasta tierra firme... Si no me salvas, moriré ahogado... La rana miró al alacrán, dubitativa, y le contestó:-No... no puedo llevarte, porque si subes sobre mi lomo me picarás y moriré...-Anda, rana... ¡Sálvame! Prometo formalmente no picarte con mi aguijón...La rana asomó la verde cabeza fuera del agua y dijo:-No, no me fío de ti... Me picarás... Eres un alacrán...-¡No!! -respondió el alacrán- ¡No te picaré! ¡Lo juro!-¡Anda, sálvame! Y puedes tener mi palabra de honor de que no te picaré... pues si lo hago moriríamos los dos. Entonces, está bien - dijo la rana convencida por la fuerza del argumento escorpiónico - acepto tu palabra, pero lo haré con esa condición.Y así fue como el alacrán montó sobre el lomo de la rana y ambos se dirigieron nadando hacia la salvación... Y así, iban avanzando, a través de aquel inmenso abismo acuático, cuando de repente la rana sintió un fuerte dolor en la nuca.. Era un dolor agudo, lacerante, adormecedor... Enseguida, comenzó a estremecerse... El veneno corría raudo a través de sus venas, paralizando los miembros y obnubilando los sentidos... La rana se dio cuenta de que el aguijón del alacrán había penetrado en sus carnes, inyectando el letal veneno...Ya, en el último instante de lucidez, alcanzó a musitar:-Alacrán... ¿Por qué me has picado? -La tierra firme aún está muy lejos, ahora moriremos los dos... Y mientras ambos se hundían en el agua, irremisiblemente, el alacrán alcanzó a decir:-Perdóname... No pude evitarlo... es mi naturaleza.
En nuestra colaboración anterior afirmamos que las coaliciones de los partidos políticos tienen fundamentalmente fines electorales. Además, que las coaliciones que impulsan PAN y PRD en algunos estados del país para 2010 son indefendibles éticamente en virtud de los desencuentros o guerra político electoral que sostuvieron estos dos partidos, protagonistas principales en la elección federal de 2006 para elegir presdiente de la república y que culminaron con el tristemente célebre “Plantón de Reforma” y que el actual Presidente Calderón rindiera protesta ante el Congreso de la Unión de forma sui generis. Vale la pena recordar que en estas actividades se usaron recursos fiscales que reciben los partidos políticos en forma de prerrogativas económicas y de acceso a los medios de comunicación, por lo cual, son de la incumbencia pública y del interés de millones de ciudadanos que no estamos de acuerdo en que se malgasten de esa forma recursos económicos fiscales que bien podrían usarse para un fondo del seguro de empleo comunitario o para aciones que reactiven la economía del país, sus regiones y no para la lucha entre verdaderas pandillas de “partidócratas”.
La idea de llevar a cabo la firma de diversos contratos de coalición entre PAN y PRD parece una decisión tomada por sus dirigentes. No parece que haya razón o motivo de fuerza mayor que los obligue a cambiar de parecer. En ambos casos, parecen estar de acuerdo en beneficiarse del contrato de coalición o de pagar el costo político y electoral, las consecuecnias políticas, de su terquedad de mezclar lo que un día representó “un peligro para México” con la principal bandera política del que dijo sería el “presidente del empleo”. Se apuesta a la desmemoria, a que los ciudadanos sean incapaces de entender la lógica de esos acuerdos. En este escenario no parece haber más que la burda intención de “luchar del poder, por el poder mismo”. Nada más, pero nada menos.
No obstante, parece que en el fondo, el mayor beneficirio de esta coalición política sería el abollado PRD. El mismo que hace uso de los recursos públicos que le otorga la ley por medio del Instituto Federal Electoral para pedir la “revocación de mandato del Presidente de la República”. El mismo del cual se ha deslindado su dirigente nacional formal Jesús Ortega Martínez, quien usa la franquicia del PRD para firmar acuerdos de coalición, pero afirma no tener nada que ver con las posiciones extremistas u ortodoxas de sus correligionarios comandados por Alejandro Encinas y otros. ¿Usted le cree?
No obstante lo anterior, los dirigentes coaligados buscarán por esta vía la polarización de los comicios electorales de gobernador en varias entidades. Parece que fundamentalmente en Oaxaca, Hidalgo, Puebla y Durango, más lo que se acumule. El objetivo de esta decisión estaría buscando que el electorado sólo tuviera dos opciones, polarizar la elección a dos fuerzas, a que no haya atomización del voto; que los recursos económicos tengan mayor impacto al sumarlos a una sóla causa. Lamentablemente, lo que tal vez no vean o no quieran ver los dirigentes nacionales coaligados, es la silvestre corrupción que predomina en la mayoría de sus dirigencias estatales, donde el valor del dinero y las negociaciones por prebendas podrían estar por encima de cualquier interés de la nación o de las ideologías de sus partidos. Ahí veremos la comercialización, prostitución de la política, por dinero, puestos de gobierno o canonjías a cambio de la entrega para manipulación cibernética de los listados de representantes ante órganos electorales y casillas de votación; ahí veremos lo que vale una copia del acta de apertura o cierre de casilla; veremos si habrá profesionalismo o eficacia a la hora de interponer recursos ante los tribunales electorales; veremos si los actores políticos coaligados en los estados están con el presente o con el futuro del país. Ahí es donde se verá qué tan eficientes serán las comentadas coaliciones. ¿Y usted, cómo la ve? Politólogo.
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