La educación de calidad es el mejor antídoto contra
la inseguridad, la corrupción y la pobreza.
El autor
Por Ernesto Partida Pedro
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Uno de los grandes problemas de México es la pobreza y por supuesto es un tema que siempre abordan los candidatos a ocupar la presidencia de la república.
Enrique Peña Nieto ya 
abordo el tema con la cantaleta de “Te lo firmo y te lo cumplo”, Ya nos dijo que va a combatir la pobreza creando los empleos que sean necesarios para salir de esa condición.
¿Quién va a crear los empleos, el gobierno o la iniciativa privada?
No nos ha dicho como lo va a hacer, ¿Qué le toca hacer al gobierno?
En el pasado los gobiernos han creado secretarias para darles empleos a miles de personas, incluyendo a sus propios familiares, ¿Acaso eso hará Peña Nieto?
López Obrador siempre nos ha dicho que el problema es el modelo económico que tenemos, pero cuando tuvo la oportunidad de hacer algo para cambiar el modelo lo que hizo fue legalizar la piratería en los taxis, permitió que miles de personas se convirtieran en taxistas y que pudieran trabajar sin las placas y legalizo a miles de franeleros.
Es posible que alguien piense que la solución sea crear ferias del empleo, eso se ha hecho, el problema es que se requieren empleos calificados y esos no abundan por desgracia.
Se han instalado empresas en municipios pobres y se topan con que en esas regiones no hay personal calificado, por lo que se tiene que contratar personal de otras regiones del país, incluso del extranjero.
Se ha pensado que el problema es de educación, para eso se han creado muchas escuelas y se les ha becado a los estudiantes.
Pero, ¿Con eso se resuelve el problema de fondo?
No, hay ya miles de egresados de esas escuelas que no tienen empleo de calidad.
México tiene una gran paradoja, tiene todos los recursos naturales con los cuales se puede crear la riqueza entre todos y para todos los mexicanos.
Otra gran paradoja es que mientras muchos mexicanos se van a Estados Unidos en busca del sueño americano, otros llegan a México en busca de un sueño y lo encuentran en México y a los pocos años ya son los grandes empresarios.
¿Que es lo que tienen ellos que no tengamos los mexicanos?
La gran diferencia esta en una actitud diferente.
Ellos tienen una gran necesidad y eso es el motor que los mueve. Los mexicanos no tenemos esa necesidad, nos atenemos a que el gobierno haga lo que nosotros deberíamos hacer.
Ellos no creen en los gobiernos, ellos hacen lo que saben hacer, detectar las oportunidades y aprovecharlas; nosotros los mexicanos nos la pasamos esperando a que los políticos nos cumplan las promesas que nos hicieron.
Nosotros ignoramos las oportunidades y las desperdiciamos.
Ellos tienen la formación para ser emprendedores, nosotros para ser sus empleados.
Esta actitud es el resultado de la educación que hemos tenido a lo largo de la historia.
La actitud puede cambiar con una educación diferente.
Necesitamos una educación que nos enseñe a leer, a escribir, a escuchar, a pensar, a observar, a crear, a imaginar, a cuestionar, a discutir y a dialogar.
La educación que tenemos solo nos enseña a escuchar y a obedecer.
No tenemos que esperar a que este tipo de educación la proponga el gobierno, es más, no le conviene que esta educación se implemente porque nos haría más libres y menos dependientes de ellos.
Esta educación la tenemos que impulsar nosotros como ciudadanos, como alumnos, como a padres de familia, como maestros y como autoridades de las escuelas.
Todas las escuelas tienen un cierto margen de libertad, se debe usar para hacer algo innovador.
Solo una educación de calidad nos puede llevar a la riqueza de los mexicanos.
¿Por quien votar este primero de julio?
Por quien tenga mayor claridad con respecto a la educación.
No podemos esperar que el próximo presidente sea un educador, pero cuando menos que tenga las suficientes nociones que le permitan seleccionar al mejor secretario de educación.
Mucho pueden hacer los periodistas que tengan la oportunidad de entrevistar a los candidatos. Hay que cuestionarlos a fondo, que contesten los comos, para eso se requiere que los periodistas conozcan algo de los comos para que no sean engañados.
Los buenos periodistas nos pueden ayudar a detectar al mejor candidato, o al menos malo de los candidatos.
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