miércoles, 30 de mayo de 2012

EL ESTADISTA QUE MÉXICO NECESITA

Seamos generosos con México, unamos todas nuestras fuerzas ahora para que nuestros hijos y nuestros nietos puedan gozar de ser la quinta potencia en el mundo en el 2050. No lo lograremos si permanecemos peleándonos. No nos tratemos por lo que somos, sino por lo que podríamos ser.

El autor

Por Ernesto Partida Pedroza

Prácticamente toda la historia de México ha sido gobernada por los políticos.

Podemos medirlos por las promesas de campaña y por lo que hacen una vez instalados en el poder.

Prometen luchar contra la pobreza, la inseguridad y contra la corrupción. Por lo general nunca hablan de las causas que origina cada uno de los problemas.

Es por esto que no están en condiciones de explicar los “comos” para enfrentar los grandes problemas.

Cuando se lucha en contra de los problemas, se termina incrementándolos.

Muy distinto sería si se luchara a favor de las soluciones.

Cuando se proponen luchar contra la corrupción, se crean nuevas leyes y nueva burocracia y con esto no se combate a la corrupción.

Al parecer no se han dado cuenta de que la corrupción es el mecanismo mediante el cual se resuelven infinidad de problemas, no han sido capaces de crear otro mecanismo para resolverlos.

Cuando se le hace frente a la pobreza, la solución de los políticos es la de asistir a los pobres, no es sacarlos de la pobreza y hacer que accedan a la riqueza.

La lucha contra la inseguridad ha consistido en perseguir y encarcelar a los delincuentes, por lo general los políticos no se cuestionan las causas que lleva a las personas comunes y corrientes a convertirse en delincuentes.

Los políticos no alcanzan a entender que los grandes problemas están perfectamente articulados unos con otros y actúan como un monstruo contra el cual no existen los contrapesos.

Los políticos hacen como que luchan contra ese monstruo pero en forma aislada y por lo general son cooptados por el mismo monstruo.

El monstruo, llámese sistema político mexicano, tiene el control de la economía, del sistema “educativo”, cultural y de los medios de comunicación que han estado al servicio del sistema.

Los ciudadanos y los gobernantes se encuentran entrampados en un sistema que no les permite moverse.

Los ciudadanos ponen su esperanza en los políticos y estos a su vez dependen de los poderes fácticos.

Esta dependencia entre unos y otros se debe a que los ciudadanos no saben que tienen poder por sí mismos y que no lo han sabido usar, y los políticos no han sabido crear las estrategias para trascender a las actuales estructuras.

Son muy pocos los ciudadanos que han sabido trascender las estructuras y han encontrado por sí mismos los recursos para salir victoriosos en las luchas que han emprendido.

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