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1.-
la cúpula sindical está conformada por todo un grupo burocrático que se
ha consolidado a nivel nacional en la dirección del Sindicato, tanto en
los órganos nacionales como en los seccionales, y tiene sólidas
ramificaciones en los centros de trabajo donde gran cantidad de
delegados sindicales actúan como policías, delatores y abiertos
golpeadores al servicio de esta cúpula sindical, muchos por ignorancia o
confusión pero muchos otros por un claro y consciente interés de
continuar participando de los beneficios del poder. Todo este grupo
burocrático tiene como elementos de cohesión y, a la vez son sus fuentes
de poder, las cuotas sindicales, las prestaciones contractuales, la
intermediación con el IMSS para alterar las condiciones de contratación
laboral de los trabajadores (castigos y premios laborales) y la relación
política con estructuras del Gobierno o del Estado. Nunca fue el
problema (la fuente del “mal”), como se creyó un tiempo, un solo
individuo (en este caso, Valdemar Gutiérrez Fragoso) sino un numeroso
grupo de personas. Toda esta estructura de poder de la burocracia
sindical está justificada en el marco estatutario (de ahí todo el
manoseo y reacomodo que se ha hecho al Estatuto sindical en los últimos
años). Es claro entonces que todo este poder acumulado no va a cederse
tan fácilmente por este grupo burocrático y se va a aferrar a él con
todos los recursos disponible, sean éstos legales o no.
2.
Este grupo burocrático se había asegurado la continuidad en el poder,
sin sobresaltos, con la reelección anticipada, en 2010, de Valdemar
Gutiérrez Fragoso; pero la enfermedad de éste les alteró el escenario y
se vieron obligados a aplicar medidas desesperadas.
3.
Así, abusando del poder que le da el control del Sindicato, el 2 de
agosto del presente año, en reunión plenaria, ampliada con secretarios
generales de secciones sindicales en el país, el CEN, usurpando
facultades que sólo el Congreso Nacional tiene, suprimió el Art. 7º
Transitorio del Estatuto, donde se establecía la reelección de Valdemar
Gutiérrez Fragoso, efectuó el remplazo de éste por otro integrante suyo
de nombre Manuel Vallejo Barragán, lo cual significó la imposición de un
nuevo Secretario General, disfrazando la acción con un calificativo de
“candidato de unidad”.
4.
¿Por qué rompieron la legalidad estatutaria si ya habían arreglado el
Estatuto sindical a sus intereses? Resulta que, de haber seguido el
procedimiento legal, debían esperar 6 meses de ausencia del Secretario
General, o su muerte antes de este plazo, para poder someter al congreso
nacional la elección de un nuevo titular. Pero ese plazo excedía al
tiempo faltante para la realización del congreso nacional anual que
estatutariamente debe realizarse en octubre. Además, se perfilaba ya la
sentencia legal interpuesta por trabajadores en contra de la reelección
de Valdemar Gutiérrez Fragoso que, de ocurrir después de octubre,
dejaría completamente en la ilegalidad y desamparados a todo el Comité
Ejecutivo Nacional, designado unilateralmente por Valdemar durante su
tiempo de gestión. ¡Una verdadera catástrofe para ellos! La solución
escogida, entonces, fue realizar la sustitución del Secretario General
anticipadamente y tratar de justificar toda la maniobra durante el
congreso nacional ya próximo.
5.
A partir de esa imposición efectuada el 2 de agosto, se montó una farsa
de proceso electoral, simulando la apertura de inscripciones de
candidatos a la Secretaría General y de planillas para delegados que los
apoyasen, para permitir al CEN legalizar la imposición en el Congreso
Nacional a efectuarse el 14 de octubre. Como toda farsa, nunca se
contempló permitir el registro real de otras candidaturas contendiendo
contra el Secretario ya impuesto, ni tampoco planillas de candidatos a
delegados congresistas, en oposición a las planillas ya comprometidas
con el aparato de imposición. Es por ello que, salvo unos pocos
descuidos, en todas las secciones sindicales sólo se ha admitido el
registro de planillas subordinadas a Manuel Vallejo, Secretario General
impuesto, llegando al extremo de que, la misma autoridad que registra
candidatos, impone, cuando distintas planillas de un centro de trabajo
exigen su derecho de participar, un simple orden de solicitud de
representación del Secretario General impuesto (“Planilla Roja Vallejo
1”, “Planilla Roja Vallejo 2”, Vallejo vs Vallejo, etc.).
Parafraseando a la religión, según el orden de cosas implantado por la
cúpula sindical, Dios es único (Vallejo), y sólo hay diferentes
representaciones de él (planillas de candidatos a delegados). De esta
manera, salvo raras excepciones, en las secciones sindicales y en los
centros de trabajo, los funcionarios y delegados sindicales se han
constituido en fuerza de choque que impide la difusión de propaganda
contraria o distinta a la cúpula sindical y la participación de
trabajadores en apoyo a otros candidatos.
6.
Por tales irregularidades, la convocatoria al Congreso Nacional está
viciada de origen, pues el CEN persigue un evento a modo, compuesto
exclusivamente con delegados subordinados suyos y, por tanto, un
congreso fraudulento, ilegal e ilegítimo. El mismo orden del día del
congreso está estructurado de tal modo que el Comité Ejecutivo Nacional
nunca pierda el control interno y, paso a paso, se asegura de que todos
sus objetivos se cumplan durante su realización. Así, el CEN controla, a
través de las Comisiones Dictaminadoras de Credenciales, quiénes
permanecen en el congreso con derecho a voz y voto; posteriormente se
apropia de la Mesa de Debates, con la cual se aseguran el control
ininterrumpido al establecer qué puntos se tocan primero y cuáles se
relegan a segundo plano, en qué momento se permite la participación de
delegados y cuándo se les niega. Pero lo más importante es que, todo el
mecanismo previo del proceso electoral en las unidades de trabajo le ha
asegurado la adhesión fiel de los delegados asistentes al Congreso.
Quienes tienen posiciones independientes, se han quedado fuera.
7.
Para sacar al próximo LI Congreso Nacional Ordinario de esta trampa
ilegal y fraudulenta en que el CEN lo ha metido, los delegados
congresistas comprometidos con la legalidad y la democracia que llegaran
a colarse necesitarían cambiar todo el orden del día y las atribuciones
del congreso, de acuerdo a los siguientes pasos:
a)
A partir de la exigencia de plena autonomía del Congreso, inhabilitar
al Comité Ejecutivo Nacional, Comisiones Nacionales y Representaciones
ante Comisiones Nacionales Mixtas en funciones y sacarlos del recinto,
como cuerpo acusado de irregularidades estatutarias y sujeto a
procedimiento sancionador. b) Determinar el carácter ilegal del
Congreso, derivado de la emisión irregular, fraudulenta e ilegal de la
Convocatoria emitida por el Comité Ejecutivo Nacional y del
procedimiento fraudulento aplicado para elegir delegados congresistas,
mediante el cual, muchos trabajadores fueron impedidos para ejercer sus
derechos sindicales.
c)
Nombrar a una comisión organizadora, conformada por un representante de
cada estado de la República, sin carácter directivo, que busque
establecer un acuerdo con todas las expresiones de trabajadores, así
como con todos los grupos sancionados sindicalmente por el CEN, así como
con los trabajadores de base desde los centros de trabajo, para
modificar radicalmente el Estatuto y la realización de un Congreso
Nacional Extraordinario de refundación sindical, donde se concluya y
apruebe una reforma estatutaria que impida la formación de burocracias
sindicales ajenas a los intereses de los trabajadores y garantice la
plena democracia, la transparencia, la solidaridad, la equidad y la
honestidad en el manejo de los recursos sindicales.
d)
Acto seguido deberá decretarse la conclusión del congreso, dejando la
aprobación del aumento salarial a la consulta directa a los trabajadores
en el centro de trabajo. Así de simple, y de compleja a la vez, es la
situación creada por los intereses mezquinos de la actual burocracia
sindical.
8.
Es tal la ceguera del grupo burocrático y de los delegados sindicales a
él subordinados, que son incapaces de realizar este acto de sacrificio
en el Congreso para retornar a la legalidad y la democracia sindical.
Por el contrario, son capaces de cometer los actos más abominables
contra sus propios compañeros trabajadores con tal de mantenerse en el
poder y en el usufructo de las riquezas sindicales y contractuales. Es
por ello que hemos decidido combatir la imposición y la ilegalidad en el
SNTSS interponiendo una demanda legal que impugna la convocatoria al LI
Congreso Nacional Ordinario y, por tanto, rechaza y desconoce también
los resolutivos y a la directiva que de él emanen.
9.
Adicionalmente y con la única finalidad de lograr mayores posibilidades
de denuncia al fraude e ilegalidad del proceso, y para organizar y
unificar esa lucha en un solo movimiento nacional, hemos procedido a
registrar un candidato independiente para Secretario General, en la
persona de Miguel ángel Van-Dick Puga.
10.
Sabíamos que, tal como se ha demostrado, la actual burocracia sindical
jamás iba a permitir que se frustrara su imposición de Secretario
General y que se alterara su proyecto de congreso nacional fraudulento.
No obstante, con la candidatura independiente se ha cumplido nuestro
objetivo de demostrar el carácter ilegal y fraudulento del próximo
congreso nacional del SNTSS y de avanzar en unificar las fuerzas en un
solo movimiento nacional."
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