Por: Gabriel Ávila. 
La
Toma de nota que el presidente saliente Felipe Calderón entrega
personalmente a Manuel Vallejo Barragán como Secretario General del
Sindicato Nacional de trabajadores del Seguro Social es un acto
vandálico contra los trabajadores del Seguro Social y del país por su notoria influencia para que la STyPS otorgue reconocimiento
de secretario General del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social a
un personaje cuyo proceso de elección fue impugnado por las
arbitrariedades y corruptelas cometidas al interior del SNTSS mediante 3
denuncias penales contra quienes resulten responsables de los delitos
de abuso y usurpación de funciones, pues hubo personas que intervinieron
en el proceso y no tenían facultades legales para ello así como la
denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque se violentaron los derechos sindicales de los trabajadores del Seguro Social.
La
Toma de nota que el presidente saliente Felipe Calderón entrega
personalmente a Manuel Vallejo Barragán como Secretario General del
Sindicato Nacional de trabajadores del Seguro Social es un acto
vandálico contra los trabajadores del Seguro Social y del país por su notoria influencia para que la STyPS otorgue reconocimiento
de secretario General del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social a
un personaje cuyo proceso de elección fue impugnado por las
arbitrariedades y corruptelas cometidas al interior del SNTSS mediante 3
denuncias penales contra quienes resulten responsables de los delitos
de abuso y usurpación de funciones, pues hubo personas que intervinieron
en el proceso y no tenían facultades legales para ello así como la
denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque se violentaron los derechos sindicales de los trabajadores del Seguro Social. 
Sin existir sentencia aún, quien debería, por su envestidura presidencial ser ejemplo de civilidad llevó a cabo un acto más de prepotencia entregando una toma
de nota sin respetar el orden legal, pues a todas luces es notoria su
insatisfacción al no haber terminado durante su mandato con
la institución más valiosa producto de la revolución mexicana pese al
daño que su gobierno ha infringido a través del abuso y corrupción
solapada tanto a directivos como a líderes sindicales; prueba de ello son las nuevas declaraciones el 5 de noviembre 2012 de Carlos Gálvez presidente de la Comisión de Vigilancia del Instituto al celebrarse la sesión ordinaria de la 103 asamblea del IMSS quien vuelve a dar un panorama gris sobre su estado financiero, como lo han hecho sistemáticamente las administraciones panistas durante su mandato sin buscar ninguna mejora a través de políticas anticorrupción sino culpando a la clase trabajadora del quebranto de una institución clave para México, a despecho de las declaraciones de Enrique Peña Nieto publicadas el día anterior en las que asegura que el IMSS seguirá vigente pese a la creación del Sistema de Seguridad Social Universal descartando la desaparición del IMSS en su gobierno y asegurando que el IMSS tendrá el mismo papel que ahora; formará parte de las instituciones que permitan consolidar el sistema de seguridad Social Universal. Acotando que el ahorro y prestaciones de sus derechohabientes están seguros.
Los trabajadores que realmente desean frenar las imposiciones y corruptelas al interior del Seguro Social seguramente buscarán
las alternativas legales para que se ejerza el imperio de la ley ante
los últimos ataques de la clase política que ostenta el poder y que
siempre ha despreciado, aunque intente disimularlo, las conquistas laborales de los trabajadores de México.
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