- Publicado por Patricia Rodríguez Saravia el diciembre 18, 2012 a las 1:50pm
- Ver blog
El
año que termina me alejó de mis amigas de Retos Femeninos. Primero por
la enfermedad de mi hijo menor que duró varios meses y luego por
problemas con un estacionamiento que se construyó al lado de mi
edificio.
Comparto con ustedes lo que sucedió para que lo divulguen Eso es lo que me puede proteger de que lo vuelvan a intentar.
LOS HECHOS
El
jueves 13 de diciembre a las 10.25 de la noche estaba sentada en mi
cama hablando por teléfono, mi recámara era la única habitación de la
casa que tenía luz y sentí que algo golpeaba mi mejilla, miré a la
ventana y en las persianas verticales había dos agujeros redondos.
Apagué la luz y empecé a decir que me estaban disparando. En el vidrio
quedó un orificio redondo. Un vecino vino y llamamos a la policía.
A los 10 minutos tenía 4 hombres con armas largas en mi departamento.
Nos enviaron a la delegación y ahí me vio el médico legista: Tenía un
golpe discreto en el pómulo, la presión sistólica alta y el pulso
acelerado. Nos atendió el ministerio público y los judiciales. Los
nombres del dueño del estacionamiento y del que renta quedaron
consignados. Cuando regresamos, a la 1.30 de la mañana, los peritos
llegaban a mi casa. Se encontró el plomo al lado de mi cama. La averiguación previa es: FBJ/BJ-1/T2/02634/12-12. que debo confirmar el próximo jueves 20 a las 12.30 del día.
LOS ANTECEDENTES:
Mi
departamento está en la calle de José María Velasco 91-402 en San José
Insurgentes, Delegación Benito Juárez. En el número 95, al lado del
edificio en el que vivo, Isaac Behar Moscona o Bejar Moscona, construyó
un estacionamiento público. Nos invitó a varios vecinos y nos hizo
creer que le importaba hacerlo en armonía con los habitantes de la
calle y primero dejó un estacionamiento en PB. A los pocos meses
levantó dos pisos y nos dejó en una situación de inseguridad en la
parte posterior de nuestros edificios. Entre los 24 vecinos pagamos 1000
pesos cada uno, 24,000 en total, para que levantara una barda en su
terreno, dado que de nuestro lado no era posible hacerlo.
Vivimos
en tranquilidad menos de 2 años y en junio de 2011, levantó dos pisos
más, dejando mi departamento a la misma altura. No puso la barda que le
pagamos y que sí La uso para subir la altura de su estacionamiento. En
el último nivel, puso una barda de metal, llamada
ciclónica, dejando expuesto mi
departamento, a la vista de los usuarios en su totalidad, por la forma
del terreno del estacionamiento que se adentra de manera caprichosa
pueden verse las recámaras de varios departamentos, siendo yo la más
afectada.
En
el mes de enero enviamos una queja ciudadana a la Delegación Benito
Juárez como condominio. No fue sino en el mes de abril, el 23 para ser
precisa , que me contactó para decirme que levantaría la barda apoyada
en nuestro edificio, porque prefería eso que pagarles a sus abogados. No
aceptamos que así se hiciera porque además tenía que cerrar los
espacios laterales que dejó abiertos a nuestros edificios por los que
escapaban las emanaciones de los motores de los autos, tenía que tirar
el piso que construyó de más, los balcones que excedían lo permitido, en
los que estacionaba autos, los más de 1000 metros de construcción con
los que excedió el permiso que le fue otorgado y el 20% de construcción
que excedía el 80% permitido. Además de la bodega que hizo para
alimentos frescos es ese lugar. Todas estas violaciones consignadas en
la queja ciudadana del mes de enero.
Hasta
el mes de septiembre nada sucedió, pero el primer día de ese mes,
aparecieron autos a la altura de mi departamento. Los autos calentaban
motores, sonaban alarmas, lanzaban la luz de sus faros a mis
habitaciones después de las 10 de la noche. Veía personas desconocidas
paseando frente a mis ventanas y perdí totalmente mi privacidad y mi
seguridad. Comunicó tres edificios con mis jardineras y mi terraza con
la única protección de una barda de alambre que se podía cortar con una
herramienta simple.
Fui
a Derechos humanos y levanté una queja y el 9 de noviembre INVEA
clausuró el estacionamiento. Al día siguientes habían tapado los sellos
con cartulinas y a los pocos días los habían retirado. Fue hasta el
jueves 22 de noviembre que se clausuró definitivamente la parte de los
autos, pero siguió funcionando la bodega. Esa puerta se abre y se cierra
tantas veces al día que cada vez que salgo tropiezo con un diablito
cargado de alimentos, mantelería o alguna otra cosa.
Aunque
la Queja ciudadana está firmada por los vecinos de José María Velasco
91, se me señalaba de parte del señor Behar y de quien rentaba el
estacionamiento, el señor Amadeo Cuevas, como la responsable de que
perdieran tanto dinero por la clausura.
No
sé quien me disparó, pero lo hizo desde la azotea de ese
estacionamiento clausurado al que ingresan muchas personas por tener una
bodega de perecederos. Una de ellas entró con un arma.
Estoy en manos de la justicia, de una justicia que no siempre es justa.
Soy combativa, pero pido el apoyo de todas mis amigas.
Les deseo felices fiestas y muchos éxitos en 2013.
Patricia Rodríguez
No hay comentarios.:
Publicar un comentario